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Con la resignación del que sabe lo que se avecina leo en la prensa online generalista que al final los ladrones de la SGAE han conseguido embaucar también a la policía nacional en su traicionera cruzada por recaudar dinero a costa de todo y de todos. Recordemos que esta inefable sociedad privada consiguió engañar hasta a un gobierno para —basándose en un posible e hipotético delito— instaurar un canon sobre soportes vírgenes, estar robando a la gente con ese canon injusto, desproporcionado y anticonstitucional sí es piratería, por mucho que los “artistas” amparados bajo el mafioso paraguas de la SGAE digan lo contrario.

Esos “artistas” (perdón por las comillas, pero no me parece digno mancillar esa palabra refiriéndome a esta gente) del tipo de Miguel Ríos, Ana Belén, Ramoncín, Victor Manuel, María Jiménez, etc. son incapaces de vivir de su propia música por méritos propios, dada su poca calidad (tanto humana como musical) y por eso se dedican a extorsionar a la ciudadanía, el mediocre Miguel Ríos cuyo máximo éxito fue tomar una canción de música clásica y ponerle por encima una ridícula letra decía que hasta que no se acabase con la “piratería” no volvería a cantar, espero sinceramente que jamás vuelvas a cantar, ni tu ni todas esas sanguijuelas que viven del cuento.

Semejante paradoja legislativa sólo se podía dar en España, donde nuestros políticos bailan al son de lo que digan sus amiguetes sin importarles los ciudadanos, que en su gran mayoría desconocen (esto también es typical spanish) que les están robando a mano armada. Ahora la SGAE gracias a su afinidad lameculos con el actual gobierno socialista, está dando pasos de gigante, no se contentará con gravar los soportes vírgenes, sino que ahora también los discos duros y reproductores de MP3, y ya están lloriqueando para conseguir también sacar dinero impunemente de las conexiones de Internet, y todo claro “por si acaso” alguien copia algo de su irrisorio catálogo. Lo más triste es que lo conseguirán, como han conseguido reformar la ley de propiedad intelectual para que tengamos la impresión de vivir en una pesadilla fascista, donde una sociedad privada y que se define sin ánimo de lucro recauda millones de euros al mes a base de estafar a la gente de este país de pandereta.