martes, septiembre 19, 2006

No juegues conmigo

El fantoche del Papa ya no sabe qué hacer, ni qué decir para que los islamistas le dejen en paz, ya pidió perdón varias veces y sólo le queda que venga algún fanático para que le dé unos latigazos en plan redención. Sería digno de ver.

Lo de los islamistas es una de esas cosas raras que funciona sólo en un sentido, tú tienes que ser tolerante con ellos, con su religión y con sus costumbres, pero ellos no tienen que serlo contigo. Eso crea problemas a algunas personas, como lo de las declaraciones del Papa o aquellas famosas caricaturas de Mahoma. Ellos que son tan “civilizados” y, por supuesto, “no violentos”, se dedican a hacer manifestaciones quemando banderas, monigotes, símbolos occidentales, atacan embajadas, y amenazan de muerte a todos lo que no son musulmanes, vamos, los “infieles”, salen los ayatolás clamando que el “Islám prevalecerá”, que si el Papa está haciendo una nueva cruzada, y bla, bla, bla. Cuánta tolerancia.

Yo estoy de acuerdo con la famosa “Alianza de Civilizaciones” del inocente de Zapatero, pero con un añadido, para mí lo válido sería la “Alianza de Civilizaciones Occidentales” porque lo que realmente está en peligro es nuestra cultura y nuestras costumbres, nos dejamos fagocitar con tanta facilidad que dentro de poco la bandera de la Unión Europea no tendrá doce estrellas, sino doce medias lunas.

Cada uno en su casa y dios en la de todos, cojones.

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