No es una mala serie, pero no es nada “nuevo”. Es bastante intrigante, y explota la psicología del grupo humano aislado, en este caso un villorrio llamado Jericho perdido en medio de Kansas, todo ello lleno de estereotipos muy americanos, la pareja en crisis con niño, el joven rebelde que vuelve al pueblo maduro y responsable, pero al que todos siguen creyendo un gamberro y su exnovia rubia que ahora tiene otro novio, el sheriff gordo e inútil, el alcalde que manda con mano de hierro, el negro sabiondo y misterioso que acaba de llegar, una banda de “malos” que vive a las afueras, el huerfanito, etc.
El argumento, muy de los 50, es qué pasa si hay un ataque nuclear en las grandes ciudades norteamericanas y se acaba todo, electricidad, televisión, radio, gasolina, comida, agua, medicinas, etc. Qué pasa si no viene nadie, si no saben quién atacó, ni si es una guerra, ni si están siendo invadidos. Se empieza a racionar todo, empiezan las peleas por conseguir cosas, la gente se vuelve agresiva, y a pesar de todo se intenta mantener el orden, esperando sin cesar que llegue la ayuda, o simplemente información. Un escenario muy improbable, pero no imposible, una situación estresante al máximo y que engancha al espectador.
Recomendable si no se tiene nada mejor que ver o hacer, y una vez más, la he conocido gracias a Hélène.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Archivo del blog
-
▼
2007
(26)
- ► septiembre (4)
1 comentario:
Comentario sobre el análisis de Jerichó:
Tú si que eres Ex Témpore. Eres el típico listillo buenrollista que se cree muy importante analizando producciones televisivas que luego se zampa en su casa con una cocacola sin cafeina y una bolsa de gusanitos.
Mira chaval, hablando claro, eres un pringao; hacía tiempo que no se hacía una serie tan intrigante y tan alternativa, teniendo en cuenta las bazofias a las que USA nos tiene acostumbrados, y ni que decir, la mierda de series de nuestro país.
Eres un soberano hijo de la grandisima puta.
Publicar un comentario